El reto fundamental para la ciencia del patrimonio, como para cualquier otro sector de la ciencia, es generar beneficios. En lo que respecta a la conservación del patrimonio cultural, la pertinencia y la eficacia de la ciencia del patrimonio dependen fundamentalmente de que se acorte la distancia entre la investigación y la práctica de la conservación para mejorar el cuidado, la comprensión y la utilización sostenible del patrimonio cultural. Esto exige la identificación adecuada de las necesidades y la capacidad de respuesta para abordarlas de nuevas maneras cuando sea necesario, pero también una colaboración eficaz entre las disciplinas y los grupos de interés, de modo que el conocimiento pertinente se desarrolle, se transfiera y se aplique en la práctica.
Para examinar en qué medida se está logrando actualmente, en 2013 el ICCROM, junto con un consorcio de 15 asociados institucionales de 14 países, organizó un grupo de reflexión internacional sobre la ciencia de la conservación del patrimonio. El Foro ICCROM 2013 reunió a 80 personas de diversos orígenes profesionales dentro del sector del patrimonio, para reflexionar críticamente sobre el papel actual y las futuras orientaciones de la ciencia del patrimonio en el campo de la conservación del patrimonio cultural (en lo sucesivo denominada "ciencia de la conservación del patrimonio").
En sus conclusiones, el Foro destacó la necesidad de mejorar la integración, la pertinencia y el impacto de la ciencia en el sector de la conservación del patrimonio cultural, y de aumentar su capacidad para generar un mayor beneficio social.
La falta de visibilidad del sector de la ciencia de la conservación del patrimonio se consideró un problema crítico, junto con la necesidad de un compromiso más activo con los agentes externos a múltiples niveles, desde el público hasta el gobierno, para aumentar la sensibilización y configurar políticas. También se hizo especial hincapié en la necesidad de desarrollar estrategias a nivel nacional e internacional, y de recopilar datos para describir el sector y demostrar su capacidad de generar beneficios.
Las recomendaciones del Foro del ICCROM 2013 se resumen a continuación:
Definir una visión y misión compartidas
Se necesita una misión y visión compartidas para el sector de la ciencia de la conservación del patrimonio a fin de aclarar el propósito y la función del sector y situarlo más claramente en el marco normativo y de financiación.
Desarrollo de estrategia
Es necesaria la colaboración entre productores y usuarios de conocimientos científicos sobre la conservación del patrimonio para elaborar estrategias de investigación a múltiples niveles (organizativo, nacional y regional), basadas en la evaluación y el establecimiento de prioridades de las necesidades, a fin de aumentar la pertinencia y la eficacia de la ciencia de la conservación del patrimonio y obtener influencia entre los responsables de la formulación de políticas y los organismos de financiación.
Demostrar el beneficio
Demostrar el beneficio es una prioridad. Para atraer apoyo político y financiero, la ciencia de la conservación del patrimonio debe aportar pruebas de los beneficios que aporta. En la actualidad, el campo carece de herramientas y datos básicos para demostrar su eficacia.
Política de influencia
La ciencia de la conservación del patrimonio debería tratar de desempeñar un papel más activo en los procesos de elaboración de políticas y contribuir a las políticas de patrimonio sostenibles a largo plazo. Para ello es necesario fortalecer las relaciones con los responsables políticos y comprender mejor los procesos de elaboración de políticas, incluidos los plazos previstos para la presentación de datos y asesoramiento científicos. Esos esfuerzos podrían facilitarse mediante estudios de ciencias políticas y de gobernanza.
Mejorar la comunicación
Es necesario comunicar mejor y de manera más estratégica a diferentes niveles dentro y fuera del sector. En este caso, además de mejorar la comunicación entre los profesionales del patrimonio, las organizaciones del patrimonio pueden desempeñar un papel de liderazgo para llegar a múltiples audiencias, incluidos los responsables de la formulación de políticas y el público en general. Además, los programas de educación pueden contribuir, mediante la formación en técnicas de comunicación, a desarrollar la capacidad de los profesionales del patrimonio para compartir su trabajo con diferentes públicos a través de múltiples plataformas de difusión.
Estas recomendaciones fueron desarrolladas y elaboradas en una serie de documentos de posición, publicados en acceso abierto en el Studies in Conservation Supplement (vol. 2 2015). Disponible para su descarga (en inglés) aquí