El Acuerdo de Sede firmado entre la UNESCO e Italia el 27 de abril de 1957 dio lugar a una nueva organización, el ICCROM. Han pasado ya 60 años y el diálogo con el país anfitrión del ICCROM es ahora más importante que nunca.
Hoy en día, Italia está asumiendo un papel de liderazgo en la protección del patrimonio cultural a nivel internacional, un papel que se ha puesto de manifiesto a través de múltiples acontecimientos diplomáticos y humanitarios. Este aspecto de la política exterior y la diplomacia cultural de Italia es tanto la razón de ser como la explicación de la ubicación del ICCROM en Italia. En los últimos años ha habido numerosas oportunidades de colaboración entre el ICCROM y su país anfitrión en estos temas de vital importancia.
Italia está profundamente comprometida con la protección del patrimonio, y su fuerte compromiso con la región mediterránea es un eje fundamental de su política internacional. Tanto directamente como a través de la coordinación, el país anfitrión del ICCROM apoya a las naciones del Mediterráneo mediante la asistencia humanitaria y la capacitación. Estas iniciativas, a menudo adoptadas en conjunción con las actividades del ICCROM, tienen por objeto lograr un impacto regional positivo en África, la región árabe y el sudeste de Europa, así como a nivel internacional. Además, dado que el ICCROM se centra principalmente en la preparación ante casos de desastre, ha aprovechado su cooperación de larga data con Japón para dar visibilidad al rescate del patrimonio dañado en Italia tras los terremotos de Italia central.
En los 60 años de presencia del ICCROM en Italia, el marco de colaboración ha evolucionado considerablemente. Nacido tras la Segunda Guerra Mundial, el ICCROM fue llamado -en los primeros años de su actividad- a abordar las cuestiones de la reconstrucción de posguerra, cuestiones apoyadas firmemente por las instituciones italianas. A principios del decenio de 1960, el ICCROM contribuyó a campañas internacionales en las que Italia fue una fuerza motriz: la recuperación tras las inundaciones de Florencia, la reubicación del monumento de Abu Simbel y otras iniciativas. En los últimos años, a medida que Italia ha ido fortaleciendo su diplomacia cultural más allá de sus fronteras, el ICCROM ha ofrecido una plataforma ideal para iniciativas conjuntas en un escenario mundial, abordando la creciente complejidad de los temas propuestos por el patrimonio cultural.