Tras obtener las titulaciones de Ingeniería en electrónica y en física nuclear, Hugo Houben emprenderá pronto otro camino, más acorde con sus compromisos éticos. A los 28 años, respondió a una petición para participar en la construcción de un pueblo popular en Argelia. Allí descubrió que la tierra podía ser un buen material de construcción y se lanzó a la investigación para saciar su inmensa curiosidad, pero sobre todo para comprender y difundir mejor lo que le parecía un enorme potencial que podía dar respuesta a los desafíos ecológicos emergentes.
De su encuentro con Patrice Doat, todavía estudiante de la Escuela de Arquitectura de Grenoble, nació CRAterre, un Centro de Investigación y Aplicación de la Tierra, al que siguió la formalización del homónimo laboratorio de investigación en la Escuela Nacional Superior de Arquitectura de Grenoble (ENSAG) y, simultáneamente, el lanzamiento de un curso de postgrado especializado, ahora conocido como el DSA Architecture de terre. Más tarde, contribuyó a la creación de la Cátedra UNESCO de Arquitectura de Tierra y, posteriormente, a la de los Grands Ateliers de l'Isle d'Abeau.
En los años ochenta, su encuentro con Alejandro Alva, miembro de la Unidad de Arquitectura y Arqueología del ICCROM, permitirá la introducción de la arquitectura de tierra en los cursos impartidos por el ICCROM y, posteriormente, el relanzamiento del Comité Internacional de Arquitectura de Tierra del ICOMOS (ISCEAH) y del ciclo de conferencias internacionales (Terra) que siguen impartiéndose.
Más adelante, se pondrían en marcha dos programas marco, primero "GAIA" y luego "Terra", en los que el Instituto de Conservación Getty se uniría al ICCROM y a CRAterre en sus esfuerzos por desarrollar los conocimientos sobre la arquitectura de tierra y dar respuesta a los problemas específicos que plantean su correcta conservación. Estos dos programas representaron la oportunidad de formar a profesionales de todo el mundo, gracias a la organización de 6 cursos internacionales denominados PAT, de los cuales 4 se organizaron en Grenoble, Francia (1989, 1990, 1992, 1994), y luego 2 en Trujillo y Chan Chan, Perú (1996, 1999).
Hugo también desempeñó un papel importante en el lanzamiento del componente arquitectónico del proyecto PREMA-Benín II -relativo a los Palacios Reales de Abomey en Benín- que sería luego el punto de partida del gran programa decenal llevado a cabo por el ICCROM, junto con la UNESCO, CRAterre y las instituciones africanas encargadas del patrimonio: África 2009. Posteriormente, también sostuvo la participación de CRAterre en la formación impartida por el ICCROM en el marco de su programa ATHAR para los países árabes.
A lo largo de su vida profesional, Hugo siempre ha mostrado una gran generosidad y una buena disposición para compartir sus conocimientos con los profesionales de la conservación y con el público en general, especialmente los jóvenes. Así, toda una generación de profesionales de todo el mundo se ha beneficiado de su compromiso, su rigor, su profesionalidad, pero también de su sentido del humor y sus aptitudes interpersonales en pro de un mundo mejor para el mayor número de personas.
Gracias, Hugo, por esta genialidad que has sabido compartir con muchos de nosotros y que seguirá brillando por mucho tiempo en el espíritu de muchas personas en el mundo.
Thierry Joffroy, en nombre del equipo de CRAterre