El Club Soft Power, una asociación internacional fundada por el exministro de Cultura de Italia, Francesco Rutelli, se reunió en Venecia para llevar a cabo su primera manifestación pública, en la Fundación Giorgio Cini y la Fundación Prada, del 31 de agosto al 1 de septiembre. El ICCROM tuvo el privilegio de participar en ambas jornadas: en un evento paralelo, el 31 de agosto, dedicado al cambio climático, así como en la mesa redonda organizada al día siguiente.
En su discurso de apertura, el Director General del ICCROM, Webber Ndoro, afirmó que "la emergencia de la COVID ha planteado desafíos críticos para el bienestar humano. Durante la actual pandemia, nos hemos dado cuenta de la importancia y el papel esencial que tienen las instituciones internacionales en promover la colaboración y el apoyo para una mejor preparación y respuesta a las situaciones de crisis”.
El evento comenzó con los saludos del alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, un mensaje en vídeo del comisario europeo de economía, Paolo Gentiloni, y un discurso de Joseph S. Nye, quien defendió el concepto de “Soft Power” en su célebre publicación Soft Power: the Means to Success in World Politics.
¿Qué entendemos por “Soft Power”? Según la idea propuesta por Rutelli, se trata de un instrumento para promover los intereses de las naciones a través del diálogo y la colaboración multilateral. El papel de la ciudadanía mundial en la era digital es cada vez más importante para garantizar la transparencia, reducir las desigualdades y promover la diversidad y la inclusión, así como para promover la apertura y reducir los conflictos a través de la creatividad y las industrias culturales.
El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, envió un mensaje en la sesión de apertura: "La organización de esta conferencia por el Club Soft Power se produce en un momento en el que la comunidad internacional afronta enormes desafíos. La pandemia a la que nos enfrentamos ha puesto en tela de juicio la lógica del cierre, la exclusión y la competición entre los Estados. Una lógica que, lejos de abordar los problemas, corre el riesgo de reducir el espacio de colaboración entre los países, tan esencial para garantizar la paz, el desarrollo sostenible y el crecimiento. Frente a estos cambios, una reflexión sobre el Soft Power, por su capacidad de proponer modelos de colaboración a través de buenos ejemplos y no por la fuerza, es más que apropiada. Se trata de adoptar un modelo mediante el cual las democracias sean capaces de responder a las crisis de manera eficaz y decidida, respetando plenamente los derechos de los ciudadanos. Esto es lo que la Unión Europea y sus Estados miembros han apoyado con respuestas valientes e innovadoras. Estas acciones llevadas a cabo a escala europea para superar la crisis son una demostración útil de los resultados que pueden obtenerse cuando los principios de solidaridad y colaboración se expresan de manera concreta. El multilateralismo sigue siendo la herramienta que permite construir un camino para compartir los destinos de los pueblos del mundo, compartir los conocimientos, las culturas y los valores. Es un desafío al que también Italia podrá ciertamente dar su contribución”.
El Club ha contado con el apoyo de personalidades notorias del mundo de la cultura, el mundo empresarial y las instituciones internacionales. El alcalde de Venecia y presidente honorario del Club, Luigi Brugnaro, destacó la creación del Club en Venecia por su característica universal como punto de encuentro y lugar de intercambio a lo largo de los siglos y como reconocida plataforma de diálogo internacional.