Aprender de las mareas pasadas para surfear las olas del futuro
En tiempos de riesgos hidrometeorológicos y climatológicos impredecibles y cada vez más intensos, es crucial echar la vista atrás para recordar cómo los seres humanos se han enfrentado y adaptado históricamente al cambio climático y han mantenido los recursos naturales.
Net Zero: Patrimonio para la acción climática es una iniciativa pionera en su género cuyo objetivo es utilizar los conocimientos indígenas para desarrollar estrategias integradas de reducción del riesgo de catástrofes, acción por el clima y consolidación de la paz en cinco focos climáticos, que serán los lugares de innovación del proyecto.
Para desarrollar soluciones climáticas viables que puedan aplicarse sobre el terreno, los equipos multidisciplinares de cada lugar llevan a cabo investigaciones empíricas aprovechando los conocimientos de la comunidad y cruzando datos de distintos campos para evaluar los riesgos climáticos para las personas y el patrimonio.
Uno de los principales objetivos de Net Zero es implicar a los principales organismos de las Naciones Unidas y a los responsables de la toma de decisiones para acelerar la acción climática basada en el patrimonio y avanzar hacia el objetivo de cero emisiones. Partiendo de esta idea, el ICCROM-FAR unió fuerzas con la UNESCO y el CRRP de la India para organizar una mesa redonda -Aprender de las mareas pasadas para surfear las olas del futuro- el 30 de noviembre en el Foro Mundial de Comprensión del riesgo (UR22, por sus siglas en inglés) para destacar los esfuerzos de Net Zero.
Dos antiguos alumnos del curso de Primeros auxilios y resiliencia para el patrimonio cultural en tiempos de crisis (FAC) -Bárbara Mínguez García, asistente oficial de proyectos de la Unidad de preparación y respuesta ante emergencias/cultura y emergencias de la UNESCO; y Repaul Kanji, cofundador de la Confederation of Risk Reduction Professionals (CRRP), encabezaron esta iniciativa en colaboración con el equipo del ICCROM-FAR.
Krista Pikkat, directora de cultura y del órgano de emergencias del Sector de Cultura de la UNESCO en París, inició la sesión con unas palabras de apertura sobre la importancia que tiene aprovechar los conocimientos tradicionales para proteger el patrimonio de los efectos adversos del cambio climático. Mohona Chakraburtty, asistente del programa de Primeros auxilios y resiliencia para el patrimonio cultural en tiempos de crisis (FAR) del ICCROM, presentó Net Zero, destacando su relevancia y urgencia. Entre los ponentes de la sesión figuraron representantes de los cinco centros de innovación de Net Zero en Brasil, Egipto, Irán, Sudán y Uganda.
Aline Vieira de Carvalho, coordinadora del Laboratory of Public Archaeology (Lab/Nepam/Unicamp) y del Committee of Climate Change and Heritage de Brasil, compartió la investigación de su equipo centrada en el conocimiento indígena de los quilombolas para mejorar la diversidad de cultivos y la seguridad alimentaria y cómo este puede ayudar a reducir el riesgo de desastres y adaptarse a un clima cambiante.
En representación del equipo egipcio, Amira Sadik Aly, directora ejecutiva de la Egyptian Heritage Rescue Foundation (EHRF), expuso algunos de los peores efectos del cambio climático, como la subida del nivel del mar en la ciudad de Rosetta, declarada Patrimonio de la Humanidad, y en la comunidad local. Remarcó la capacidad que tiene el patrimonio para reducir el riesgo de catástrofes y promover la resiliencia.
Ameneh Karimian, consultora y jefa de proyecto del Natural Disasters Research Institute de Irán, representó a un equipo dirigido por mujeres que compartía la viabilidad de revivir el antiguo sistema de gestión del agua, Qanat, para mitigar la creciente escasez de agua.
Con el objetivo de controlar la erosión de las riberas y mejorar la biodiversidad en la zona de las montañas y el parque de Rwenzori (Uganda), Barbra Babweteera Mutambi, directora ejecutiva de la Cross-Cultural Foundation of Uganda, compartió la importancia que tienen los conocimientos tradicionales de la comunidad Bokonzo para mitigar las inundaciones y cómo su participación puede fomentar la paz y la resiliencia a largo plazo.
Esraa O. Elgadi, gestora de proyectos del Sudan Urban Development Think-Tank (SUDTT), destacó la investigación de su equipo sobre el sistema tradicional de alerta temprana basado en la comunidad de Taya, que podría resultar eficaz y sostenible frente al cambio climático y la rápida urbanización.
La sesión finalizó con los comentarios de Aparna Tandon, responsable senior del programa de Primeros auxilios y resiliencia para el patrimonio cultural en tiempos de crisis (FAR) del ICCROM. Aparna resumió las ideas del debate destacando el papel que puede desempeñar la cultura en la mitigación de los gases de efecto invernadero, la mejora de la preparación, la ayuda a las comunidades para hacer frente a las pérdidas y a los daños, y la facilitación de transiciones pacíficas y justas. También subrayó la importancia que tiene implicar a las principales partes interesadas y a los organismos gubernamentales para integrar la acción climática basada en la cultura en las políticas nacionales.La mesa redonda fomentó debates interdisciplinares e intergeneracionales entre más de 130 expertos y jóvenes profesionales de todo el mundo. Introdujo una nueva perspectiva sobre soluciones innovadoras basadas en la cultura, que pueden ayudar a evaluar y reducir los riesgos de catástrofe y conflictos inducidos por el clima en diversos contextos. Al compartir sus experiencias del proyecto Net Zero en UR22, los ponentes abogaron por incorporar la cultura a las políticas climáticas y a la planificación sostenible de ciudades y asentamientos humanos.