Paul N. Perrot, una personalidad destacada y querida en la historia del ICCROM, ha fallecido tranquilamente a los 96 años de edad, rodeado de sus cuatro hijos, el 14 de marzo de 2023.
El papel que ha desempeñado del Sr. Perrot en el mundo de los museos y de la conservación de los bienes culturales, en particular, en el ICCROM, ha sido remarcable.
Visionario y pragmático, escribió: «Es peligroso pensar demasiado a lo grande, pero es tan peligroso como pensar demasiado en pequeño».
Perrot nació en Francia en 1926. Huérfano de padre, que fue miembro de la resistencia francesa y ejecutado en un campo de concentración, emigró junto a su madre a Estados Unidos en 1946. No pudo continuar sus estudios a causa de las durísimas condiciones de vida y en 1948 empezó a trabajar como encargado del guardarropa del Cloisters Museum of the Metropolitan Museum of Art. Más tarde, pasó al mostrador de información y, como sus habilidades fueron rápidamente reconocidas, fue nombrado asistente del departamento de arte medieval.
En 1952 fue nombrado asistente del director del Corning Museum of Glass y, posteriormente, en 1960, pasó a ser su director; transformándolo en pocos años y haciendo de él una referencia mundial.
En 1970, Estados Unidos aún no era Estado miembro del ICCROM. Así pues, no fue hasta el 20 de enero de 1971 cuando Estados Unidos se unió al ICCROM. Esto fue posible gracias a un grupo de profesionales que trabajaban en el Smithsonian Institution, entre ellos el abogado Peter G. Powers, y a una enmienda de la Ley Nacional de Conservación Histórica del 9 de mayo de 1970.
Paul Perrot fue, entonces, nombrado como subsecretario de Museos de la Smithsonian Institution, formando parte de la delegación de Estados Unidos en el Consejo del ICCROM en 1972. Al año siguiente fue elegido miembro del Consejo, cargo que desempeñó ininterrumpidamente hasta 1988. Durante este periodo, fue vicepresidente durante seis años y presidente entre 1986 y 1988.
Gracias a la contribución financiera de Estados Unidos, el presupuesto del ICCROM aumentó casi un tercio, lo que permitió el desarrollo de actividades. Durante sus dieciséis años en el Consejo, Paul Perrot siempre se mostró disponible para dar ánimos, acompañar y aconsejar a los tres directores que le sucedieron, contribuyendo, así, al desarrollo de la misión de la organización y a su continuidad.
El Sr. Perrot era especialmente consciente del papel esencial que tenían los museos en la conservación del patrimonio mueble y, en consecuencia, de la función de los conservadores-restauradores, por los que sentía un gran respeto. Así pues, se interesó, principalmente, en proporcionarles una formación de excelencia, a través de la creación y presidencia, durante seis años, del Comité de Formación del ICCROM.
Si bien el Sr. Perrot tenía compromisos y grandes responsabilidades para con Estados Unidos y numerosas organizaciones profesionales internacionales (como la AAM, el ICOM, ICOMOS), a partir de 1972 declaró estar "al servicio" del ICCROM. Así, desempeñó un papel activo como embajador, animando a nuevos Estados a adherirse al ICCROM, entre ellos Canadá en 1978. Asimismo, creó la Asociación de Amigos del ICCROM en Estados Unidos y trabajó por la creación de un Comité de Programa y Finanzas que garantizara una gestión muy estricta de la organización y que, a la vez, permitiera poner en marcha nuevas actividades. De la misma forma, animó a la Biblioteca del ICCROM a cumplir las normas de documentación internacionales.
Por otro lado, Perrot veló por los intereses del personal del ICCROM ya que si, actualmente, sus trabajadores benefician del Fondo de Pensiones de la ONU, es gracias a la iniciativa y acciones llevadas a cabo por él.
En 1975 denunció el abandono de los almacenes en los museos, incluyendo a los diecisiete de los que era responsable. De esta forma, dio ejemplo de lo que debía hacerse y en 1976 organizó la primera conferencia mundial sobre depósitos y, a raíz de ella, construyó en Washington D.C. el Museum Support Center, que hoy alberga 31 millones de objetos y colecciones.
Por todo ello, en 1990 la Asamblea General del ICCROM le concedió el "Premio ICCROM".
Con gran emoción y tristeza presentamos nuestro más sentido pésame a sus cuatro hijos (Paul, Chantal, Jeannine y Robert) en nombre del personal del ICCROM y de todos aquellos que, a través de las actividades del ICCROM, se han beneficiado de la labor de Paul N. Perrot.