Las catástrofes trastocan vidas, comunidades y sociedades. Las catástrofes naturales y las provocadas por el hombre pueden devastar vidas, propiedades y medios de subsistencia, como ha puesto en evidencia el terremoto que ha asolado recientemente Turquía y Siria.
Si bien los avances tecnológicos han conseguido reducir el impacto de las catástrofes, a menudo se subestima el papel que tienen los conocimientos tradicionales e indígenas en las políticas y prácticas de reducción del riesgo de catástrofes.
¿Qué son los conocimientos tradicionales e indígenas?
La fuente de estos conocimientos reside en la experiencia acumulada que deriva de la estrecha relación entre las comunidades y su entorno. Las comunidades han aprendido a leer las señales del mar, del cielo y de la vida salvaje para predecir los peligros. La vivencia directa de catástrofes ha enseñado a muchas comunidades a conocer la duración, localización, hora, frecuencia, intensidad, predictibilidad, aparición y posible comportamiento de los peligros ligados a estos sucesos.
Del mismo modo, la tecnología y prácticas de construcción tradicionales suelen reflejar adaptaciones al entorno circundante. Estas tecnologías de gestión de los riesgos locales, que han evolucionado a base de ensayo y error, suelen ser muy resistentes porque emplean materiales locales y se basan en conocimientos específicos del lugar. Hay muchos ejemplos de edificios tradicionales que han sobrevivido a terremotos, inundaciones, ciclones y otros peligros. Los conocimientos tradicionales e indígenas se transmiten a través del patrimonio inmaterial, como las artes escénicas tradicionales, los medios de comunicación populares y los sistemas de gestión locales.
Las habilidades y capacidades para enfrentar problemas sociales, económicos e institucionales también son inherentes a los sistemas de conocimiento tradicionales e indígenas. En todas las sociedades existen estructuras sociales internas que ayudan a las personas a superar los periodos difíciles, y son estos mecanismos los que se convierten en instrumentos colectivos para organizar acciones de mitigación, preparación, respuesta y recuperación en favor de las víctimas en caso de catástrofe.
El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres de 2015 reconoce la cultura como una dimensión importante para la Reducción del Riesgo de Desastres (RRD) y la necesidad de proteger y aprovechar el patrimonio como un activo para la resiliencia. Además, subraya la importancia de atender las necesidades de los pueblos indígenas y hace hincapié en el papel que desempeñan sus conocimientos en la lucha contra el riesgo de desastres.
Lo mejor de dos mundos: combinar los conocimientos tradicionales e indígenas con la tecnología actual
Desgraciadamente, los conocimientos tradicionales e indígenas a menudo se encasillan y comercializan como algo completo en sí mismo, trazando una frontera artificial entre ellos y el conocimiento científico formal. Sin embargo, esto no podría estar más lejos de la realidad pues los sistemas de conocimiento son dinámicos, están continuamente influidos por la creatividad y la experimentación internas, así como por el contacto con sistemas externos. Los procesos continuos de innovación y adaptación permiten que estos conocimientos se combinen con la ciencia y la tecnología modernas.
Por lo tanto, en lugar de clasificar los distintos conocimientos en campos mutuamente excluyentes, habría que intentar recuperar los aspectos "científicos" de los conocimientos tradicionales e indígenas y los elementos tradicionales e indígenas del conocimiento "científico". Mientras que los primeros permiten que los conocimientos tradicionales e indígenas sean fácilmente comprensibles para los profesionales, los segundos exigen que los conceptos científicos se traduzcan en conceptos comprensibles a nivel local.
La combinación de lo tradicional y lo moderno crea un terreno fértil para la innovación y favorece la apropiación y aceptación local de nuevas iniciativas de reducción del riesgo. La asociación con gestores de catástrofes, comunidades locales y especialistas en patrimonio u otros técnicos de instituciones como universidades y ONGs puede ser decisiva para extraer conocimientos esenciales para reducir el riesgo.
Los pasos del ICCROM hacia este objetivo
Teniendo en cuenta estas cuestiones, el ICCROM, en colaboración con la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), ha publicado recientemente una guía titulada Words into Action [Palabras en acción] sobre 'el uso de los conocimientos tradicionales e indígenas para la reducción del riesgo de desastres'. La guía ofrece a países y profesionales consejos prácticos sobre cómo identificar, documentar y adaptar los conocimientos tradicionales para desarrollar políticas, programas y proyectos innovadores que sirvan para mitigar, adaptarse, prepararse y responder a diversos riesgos de catástrofe.
Words into Action es una iniciativa a largo plazo promovida por la UNDRR para apoyar a los países y a los profesionales en la implementación de aspectos cruciales del Marco de Sendai. Como parte de esta iniciativa, la UNDRR y otros socios están desarrollando un conjunto de guías prácticas que pueden ser recursos ampliamente utilizados para desarrollar capacidades para reducir el riesgo de desastres. Pueden servir de referencia para debates técnicos y políticos, utilizarse en talleres académicos y profesionales y en cursos de formación a escala nacional y local.
Descargue aquí la guía sobre el uso de los conocimientos tradicionales e indígenas para la RRD