Con gran tristeza hemos tenido conocimiento del fallecimiento de nuestra colega Rosalia Varoli-Piazza.
Cuando Rosalia se incorporó al equipo del ICCROM en 2002, gracias a un acuerdo con el Ministerio italiano de Patrimonio y Actividades Culturales, ya contaba con una larga carrera a sus espaldas como historiadora del arte, investigadora y docente, sobre todo en el Istituto Centrale del Restauro (ICR), con sede en Roma. Durante este periodo, además de sus funciones como Directora del Laboratorio Textil y sus numerosos compromisos con la formación de futuros conservadores, dirigió importantes proyectos de conservación, como los frescos de Rafael en la Villa Farnesina (Roma) y la apertura mínima del sarcófago imperial de Federico II (Palermo). A escala internacional, a partir de la década de 1980, participó activamente en organizaciones profesionales como el CII, el ICOM y el Comité de Conservación del ICoM (ICOM-CC). En este último, fue coordinadora del Grupo de Textiles (dos mandatos) y, posteriormente, miembro de la Junta del Directorio. Además, colaboró con el Ministerio de Cultura francés en varias ocasiones, aportando su experiencia en proyectos de conservación de grandes obras, como el Salón de Hércules y la Galería de los Espejos de Versalles, y la Galería de Apolo del Louvre.
Nombrada Coordinadora Principal de Programas del ICCROM, Rosalia puso generosamente al servicio de la Organización sus amplios conocimientos, su capacidad y su red de contactos. En particular, participó en el diseño de la innovadora serie de cursos internacionales sobre "compartir las decisiones de conservación" y coordinó las tres primeras ediciones, aportando nuevos temas como el conocimiento tácito o fomentando debates sobre la importancia de la observación visual y la investigación documental en la toma de decisiones. Al mismo tiempo, fue miembro del Grupo de Investigación sobre Conservación del ICCROM, poniendo en práctica la conservación interdisciplinaria, contribuyendo a la reflexión sobre la evolución del concepto de conservación en todo el mundo y estableciendo contactos con universidades e instituciones de Italia y de todo el mundo. También supervisó el proyecto de historia del ICCROM con motivo del 50 aniversario de la organización.
Para sus colegas del ICCROM, para nuestros socios y para los numerosos participantes que han tenido la oportunidad de conocerla, trabajar con Rosalia ha sido una verdadera fuente de aprendizaje y reflexión, así como un vínculo con el pensamiento de sus dos mentores, Giulio Carlo Argan y Cesare Brandi. Su perspectiva como historiadora del arte, su experiencia, su gran curiosidad intelectual y su creatividad, así como su atención, su amabilidad y su alegría de vivir han tenido un gran impacto en la calidad de nuestros proyectos, el ambiente de trabajo y el espíritu de equipo.
Nos ha legado un corpus de más de 60 artículos y libros, que ilustran sus múltiples intereses y su deseo de promover un enfoque multidisciplinar y compartir su trabajo con el público.
En palabras de uno de sus colegas y amigos: "Vivió su vida de historiadora del arte con paso ligero y atento, y ahora es de puntillas, con su elegancia y discreción innatas, como nos ha dejado. A partir de ahora estaremos más solos".
Nuestras condolencias a su familia, amigos y colegas de todo el mundo.