A través de un taller lúdico colectivo sobre la gestión de riesgo de desastres y dos paneles de discusión sobre la acción climática y la consolidación de la paz, el Programa de Primeros Auxilios y Resiliencia (FAR) del ICCROM involucró a 90 chicos de educación media superior y a un sector diverso de la comunidad del patrimonio cultural en The World in Florence [El Mundo en Florencia], un festival internacional sobre la diversidad de las expresiones culturales del mundo, organizado por la Fundación Romualdo Del Bianco en Florencia en Italia, del 15 al 18 de noviembre de 2022.
¿Qué significa el patrimonio cultural para los estudiantes de educación media superior?
El primer día del evento, Gaël de Guichen, asesor especial del director general del ICCROM, y Michela Masciocchi, miembro del equipo de la FAR, realizaron una actividad educativa llamada "InSight” donde participaron 90 estudiantes locales. Este taller se desarrolló con el objetivo de para aumentar la concientización sobre la gestión de riesgo de desastres. El taller ofreció a los estudiantes la oportunidad de construir un entendimiento común de cómo el patrimonio cultural y natural de un lugar contribuye a la capacidad de reducción de riesgo de desastres, la acción climática y el desarrollo sostenible.
Los alumnos trabajaron con entusiasmo y juntos elaboraron mapas de sus ciudades natales utilizando rotuladores de colores, plastilina y notas adhesivas para representar lugares, tradiciones y prácticas significativas para su identidad colectiva. Debatieron e identificaron los riesgos, puntos débiles y fortalezas que caracterizan su entorno cotidiano y esbozaron sus prioridades y áreas donde se puede actuar.
La actividad fue una experiencia social enriquecedora. Permitió a los estudiantes expresar sus puntos de vista y abrió un canal de comunicación hacia las instituciones y organizaciones locales para comprender las preocupaciones e ideas de los jóvenes residentes. Los mapas, llenos de detalles dieron voz y expresión visual a los pensamientos de los estudiantes, narrando cómo percibe la generación más joven el patrimonio cultural y los riesgos que corre.
La actividad reveló que, desde la perspectiva de los alumnos, el patrimonio cultural es una mezcla de puentes, edificios históricos, obras de arte, comida tradicional, campos deportivos y parques. El verde y el azul fueron los colores dominantes en los mapas, lo que indicó el vínculo con las áreas naturales (locales) y su importancia como lugares de reunión desde la pandemia.
Los alumnos identificaron muchas amenazas para su patrimonio, como la contaminación, la violencia social y la falta de respeto hacia los otros. Sin embargo, pocos mencionaron las catástrofes naturales, y muchos tuvieron dificultades para identificar las organizaciones pertinentes a las que dirigirse en caso de necesidad revelando una brecha importante. La colaboración entre las comunidades locales y las instituciones de referencia, incluidas las escuelas, administraciones locales, servicios sanitarios y los organismos de seguridad, surgió como una solución para abordar los principales puntos débiles (de su entorno cotidiano), a saber, la sensación de inseguridad y la falta de responsabilidad cívica. En particular, los estudiantes hicieron hincapié en el papel unificador que desempeña la Memoria en el refuerzo de la cohesión social, y ofrecieron ideas sobre la necesidad de integrar el intercambio intergeneracional de conocimientos en el desarrollo sostenible de sus ciudades.
Dialogando con la comunidad sobre el vínculo entre el patrimonio, el clima y la paz
El último día del festival, el equipo de la FAR moderó dos paneles temáticos: "El patrimonio en la adaptación y mitigación de los impactos ante un clima cambiante" y "Patrimonio para una paz sostenible".
El primer panel, moderado por Aparna Tandon y Jui Ambani, exploró cómo podemos utilizar el conocimiento relacionado al patrimonio cultural para encontrar medidas de mitigación, ayudar a adaptarnos a un clima cambiante y reducir los riesgos de catástrofe. En el panel de discusión se presentaron tres estudios de caso:
- Catherine Forbes, de Australia, mostró cómo medir el impacto del cambio climático en el patrimonio de The Rocks (Sídney).
- Özden Coşkun Öner de Türkiye, presentó un proyecto innovador de rehabilitación llevado a cabo en el centro histórico de la ciudad de Izmir y desarrollado mediante un proceso de diseño participativo basado en los conocimientos tradicionales de la comunidad local.
- Chiara Arrighi de Italia, ofreció su visión sobre como conducir efectivamente una evaluación de riesgo de inundación y su uso para salvaguardar sitios del patrimonio cultural al tiempo que se mejora la resiliencia. Los ejemplos de Arrighi demostraron que los conocimientos tradicionales e indígenas son cruciales para desarrollar estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático específicas para cada lugar. La interseccionalidad y los enfoques basados en las personas se señalaron como claves para llevar a cabo una gestión global del riesgo e integrar el patrimonio cultural en la acción climática.
El segundo panel, moderado por Aparna Tandon y Mohona Chakraburtty, también miembros del equipo de la FAR, analizó el vínculo complejo entre el patrimonio cultural y la paz. Reunió a promotores de la paz y profesionales del patrimonio para examinar el papel del patrimonio en la transformación de conflictos prolongados y la construcción de una paz duradera.
El panel se basó en las experiencias de:
- El trabajo de Nathalie Paarlbers para mantener las tradiciones textiles de los grupos minoritarios de Myanmar;
- El desarrollo de un museo comunitario con una "exposición de guerra" en Goražde (Bosnia y Herzegovina), por Marija Kamber; y
- La promoción de la rehabilitación agrícola de la llanura de Ghab, en Siria, por Eva Ziedan.
Se discutió cómo el patrimonio puede empoderar a las comunidades locales, promover el diálogo y apoyar la recuperación de sociedades devastadas por la guerra. El debate suscitó muchas preguntas y testimonios directos del público, tanto en persona como en línea, explorando las múltiples formas en que las prácticas patrimoniales pueden ayudar a fomentar la paz. Los participantes insistieron en que la adopción de enfoques de gestión del patrimonio cultural adaptados al contexto y centrados en las personas, que partan de sus experiencias y actividades cotidianas, es fundamental para ayudar a la gente a superar el trauma del conflicto, fomentar la cohesión social y construir una paz duradera.
Las grabaciones de todas las sesiones están disponibles aquì