¿Considerarías patrimonio digital una tendencia popular de TikTok, como el reto de baile en Jerusalén?
¿Qué tal un vídeo infame de Vine, que ahora sólo se encuentra en compilaciones de YouTube?
¿O qué hay de los tweets y memes que hacen referencia a la muerte de la animación Flash?
Considerar o no estos ejemplos como "patrimonio", y por tanto patrimonio digital, depende de si se piensa que tienen un valor compartido para las generaciones presentes y futuras, y se decide preservarlos para su uso, disfrute y posibilidades educativas futuras. Estos ejemplos muestran lo mucho que ha cambiado nuestro entorno digital desde 2003, cuando la UNESCO adoptó la Carta sobre la Preservación del Patrimonio Digital y sus 193 Estados Miembros acordaron evitar la pérdida de recursos digitales únicos para proteger el patrimonio común de la humanidad. Hemos desarrollado y adoptado nuevas tecnologías, internet ha penetrado en la mayor parte de la población mundial y cada vez más ámbitos de la vida cotidiana se han digitalizado. Todo ello refuerza la importancia de preservar nuestro patrimonio digital en la actualidad.
Aunque todavía no se haya decidido si los vídeos de TikTok deben conservarse para la posteridad, está claro, por el gran número de personas que lo utilizan cada día, que es una parte importante de la experiencia cultural actual. TikTok tiene la asombrosa cifra de 689 millones de usuarios activos mensualmente en todo el mundo, a los que hay que añadir los 600 millones de usuarios activos diarios de su equivalente chino Douyin, y la popularidad de estas plataformas es innegable. En particular, el usuario medio de TikTok pasa cerca de una hora viendo vídeos de TikTok cada día1 y aunque TikTok es especialmente popular entre los jóvenes, las características demográficas de los usuarios ha ido cambiando y creciendo en el último año.
Una lección importante que se desprende de la actual popularidad de TikTok, y del declive y la interrupción de plataformas como Vine y Flash, es que uno de los mayores obstáculos para preservar el patrimonio digital es simplemente la enorme cantidad de contenidos que se producen en el espacio digital. Este inmenso reto de escala se complica aún más por los cambios en los formatos de los archivos, la complejidad de los titulares de derechos e incluso la obsolescencia de las tecnologías, lo que significa que no podemos arriesgarnos a esperar a ver qué se considera patrimonio digital antes de tomar las medidas necesarias para preservarlo. Debemos dar prioridad a salvaguardar el acceso, la reutilización y el conocimiento de los materiales digitales en el futuro.
En el ICCROM, utilizamos la expresión "sostener el patrimonio digital", en lugar de "preservar" o "conservar", porque queremos captar todo el alcance de las acciones necesarias para mantener "vivo" el patrimonio digital. Aunque la palabra "sostener" está ciertamente relacionada con las ideas de "sostenibilidad" y "sustentabilidad", queremos hacer hincapié en la necesidad de nutrir el patrimonio digital para apoyar su perdurabilidad y su capacidad de cambiar y evolucionar con el tiempo. Creemos que encontrar una definición (o definiciones) común es crucial para este proceso, facilitando una comunicación que sea efectiva, productiva y, lo que es más importante, inclusiva. Nuestra propuesta de definición, que se puede ver en la infografía de arriba, representa el comienzo de una conversación, no el final: estamos abiertos a los comentarios y deseosos de recibir sugerencias.
Entonces, ¿qué significa para usted el patrimonio digital? ¿Qué pequeño elemento de cultura en línea u objeto digital echaría de menos si desapareciera mañana? Nos encantaría conocer sus opiniones, experiencias y reflexiones. Háganoslo saber en nuestras redes sociales.