Al inicio de cada año es tradición desearse cosas positivas: deseos de salud, felicidad, éxito, paz. El nuevo año representa un nuevo comienzo y la gente siente que se ha regenerado en la esperanza de tener un año brillante por delante. La clave para un "feliz año nuevo" es poner rumbo hacia un tratamiento responsable de nuestro medio ambiente, hacia un estilo de vida sostenible y respetuoso, y hacia la coexistencia pacífica de las personas.
El año pasado se produjeron más de veinte conflictos armados en distintas partes del mundo, que costaron muchas vidas y causaron mucho sufrimiento y destrucción. El patrimonio cultural tampoco queda exento de ser víctima de los conflictos, siendo a veces, objetivo específico de estos. Con la esperanza de que el 2023 sea un año más pacífico, el primer «Recurso del mes» de este año lo dedicamos a la Convención de La Haya para la Protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado. Esta emblemática convención, creada en 1954, estableció el primer marco legislativo internacional y quizá, el más importante, para proteger los bienes culturales durante los conflictos armados.
Un ejemplar de este gran volumen publicado por la UNESCO se configura como el primer libro de la sección de «Legislación sobre el patrimonio cultural» de la Biblioteca del ICCROM (XXIX B 1). XXIX B es una sección en continuo crecimiento a la que se han ido sumando innumerables volúmenes relativos a la protección del patrimonio cultural a lo largo de las décadas, a medida que este campo evoluciona y se amplía. Todos estos recursos versan sobre la protección del patrimonio cultural en todas sus formas, tanto de manera general como bajo la perspectiva de los problemas mundiales. Algunos recursos se centran en un tipo específico de patrimonio (mueble, inmueble, inmaterial, etc.) o en un entorno concreto de un país o región. Todos estos recursos pueden consultarse gratuitamente con cita previa en la Biblioteca del ICCROM, en nuestra sede de Roma (Italia).
Su cubierta roja contiene la extensa convención, firmada por los 54 países participantes (contando actualmente con 133 estados signatarios). Esta comienza con un llamamiento a la cooperación internacional, haciendo hincapié en la responsabilidad nacional que recae en cada estado a la hora de proteger el patrimonio cultural y en que las condiciones de protección preventiva deben establecerse en tiempos de paz.
La obra, impresa en diferentes idiomas (español, francés, inglés y ruso) que se muestran en columnas paralelas, se divide en tres partes: la Convención en su totalidad (siete capítulos, cuarenta artículos) y las Resoluciones para su ejecución (veintiún artículos), el Protocolo y, la Resolución.
Cuando era estudiante y analizaba la Convención, hubo dos frases que me causaron una impresión especialmente profunda:
«Convencidas de que los daños ocasionados a los bienes culturales pertenecientes a cualquier pueblo constituyen un menoscabo al patrimonio cultural de toda la humanidad, puesto que cada pueblo aporta su contribución a la cultura mundial;
Considerando que la conservación del patrimonio cultural presenta una gran importancia para todos los pueblos del mundo y que conviene que ese patrimonio tenga una protección internacional; [...]» (p. 8).
Este texto tan fundamental es un documento vivo que ha sido analizado y reanalizado por innumerables investigadores y escritores a lo largo de las últimas siete décadas. Por ejemplo, en 2010, la UNESCO retomó la Convención y publicó un pequeño volumen en su serie «Textos Básicos» que contenía la Convención completa, los Protocolos de 1954 y 1999, y un prólogo de Irina Bokova. El año pasado, Boydell Press publicó Safeguarding Cultural Property and the Hague Convention: All Possible Steps («Salvaguardar el patrimonio cultural y la Convención de la Haya: Todas las medidas posibles») en su serie Heritage matters. El volumen, editado por Emma Cunliffe y Paul Fox, recopila textos relacionados con la recepción de la Convención y su aplicación jurídica en diversos contextos.
Así pues, el fondo bibliográfico sobre la protección del patrimonio cultural de la Biblioteca del ICCROM no deja de aumentar pues, queremos ofrecer a nuestros usuarios una selección lo más amplia posible. Además, este tema ocupa un lugar destacado en algunas de nuestras publicaciones y es uno de los temas centrales de las actividades del ICCROM.
Desde la Biblioteca reconocemos que es crucial compartir el conocimiento, ya que el conocimiento llama a más conocimiento. Leer, escribir y debatir sobre la protección del patrimonio cultural puede contribuir a reducir futuros daños al patrimonio y a construir una paz duradera.
Solamente podremos garantizar que nuestro patrimonio cultural perdure en las generaciones futuras si somos capaces de ver el mosaico de nuestro patrimonio cultural y comprender que cada pieza individual es una parte esencial del conjunto, y sentimos curiosidad y respeto por otras culturas.
Queridos lectores,
Gracias por compenetraros con nuestra columna del «Recurso del mes». Nos gustaría que nos enviarais recomendaciones de títulos de publicaciones (¡en cualquier idioma!) que puedan enriquecer esta sección de nuestra biblioteca. Pueden ser desde textos sobre legislación nacional hasta temas específicos sobre la protección de bienes culturales. Estamos profundamente agradecidos por todos los recursos donados.
¡Gracias por estar aquí!
Biblioteca del ICCROM
*XXIX B es una sección en continuo crecimiento a la que se han ido sumando innumerables volúmenes relativos a la protección del patrimonio cultural a lo largo de las décadas, conforme este campo evoluciona y se amplía. Todos estos recursos versan sobre la protección del patrimonio cultural en todas sus formas, tanto de forma general como bajo la perspectiva de los problemas mundiales. Algunos recursos se centran en un tipo específico de patrimonio (mueble, inmueble, inmaterial, etc.) o en un entorno concreto de un país o región. Todos estos recursos pueden consultarse gratuitamente con cita previa en la Biblioteca del ICCROM, en nuestra sede de Roma (Italia).